Luego de semana sin conocer la victoria y sin anotar dos goles en un mismo partido, el Puebla por fin supo lo que es ganar en tierra ajena y, hay que decirlo, lo hizo de buena manera, mostrando una cara agradable.
Por supuesto y como bien dijo Rubén Omar Romano, el ya no tener la presión del descenso hizo que la Franja jugara suelta y atreviéndose a hacer jugadas hasta cierto punto vistosas, como el magnífico gol de Carlos Sánchez.
Sí, jugar bajo presión es algo que te puede matar en cualquier momento. Lo sé y lo he visto en el tiempo que llevo cubriendo a este equipo. Caras largas, nervios y hasta mal ambiente en el vestidor pueden ser las consecuencias de una situación así.
Sin embargo yo pregunto: ¿Qué equipo no juega bajo presión? Vamos, sea por salvarse del descenso o buscar un campeonato, todos los equipos tienen presión sobre sus hombros.
Amigo lector, usted y yo también trabajamos muchas veces bajo presión y esto no es pretexto para no desempeñarnos correctamente en nuestras labores. Por este motivo, el argumento de la presión no es válido para jugar como lo hizo el Puebla en toda la temporada.
No quito para nada el mérito de los que jugaron ante Pachuca. Es más, alabo la actitud mostrada por Jesús Chávez, uno de los jugadores a los que más he criticado durante la temporada.
No obstante, considero que para la próxima temporada el Puebla debe contar con jugadores que sepan manejar la presión, la cual, dicho sea de paso, será mucha al aparecer en el último lugar del porcentaje.
La Franja necesita tipos curtidos en terracería, hombres que hayan pasado momentos de apremio ya sea por descenso, campeonato o, soñando de más, en Copas del Mundo.
Los Camoteros requieren de futbolistas que no teman meter la pierna. Sé que no hay dinero para estrellas, pero por qué no pensar en gente como Diego de la Torre, Mario Osuna o, volándome la barda, en un Gerardo Torrado.
Este Puebla necesita sangre y compromiso. Requiere de tipos que gocen y lloren el futbol. En la Franja no deben tener cabida más futbolistas que no sepan sobrellevar la presión de la prensa y la afición.
En pocas palabras, se necesitan de tipos inteligentes, comprometidos y sin miedos.