Otra semana de decir: “Soy Poblano”

14.04.2014 14:12

Por: Rodrigo Peña

Y si, así será, otra semana, al menos esta en especial, de tener que aguantar las típicas burlas sobre nuestro equipo, ahora, por la derrota sufrida a manos de nuestros archirrivales, y que, ahora más que nunca abundarán en la Ciudad de Puebla.

Y las burlas no tardaron en llegar, desde que se empezó perdiendo al minuto 3 ya era una burla, una ofensa, y no precisamente porque se mofaran de nosotros en el festejo o algo por el estilo, sino porque, es nuestra casa, y a pesar de que se pintó de amarillo, los jugadores deben de hacerse presentes y morirse en la cancha.

Conforme fue avanzando el partido las burlas se transformaron en “oles”, que cada vez retumbaban más en el Estadio Cuauhtémoc, la siguiente burla fue en el cambio de Raúl Jiménez, donde el estadio aplaudió como si Puebla fuese campeón, pero no, simplemente era un rival más siendo sustituido.

Ah, y llegó la más importante, al finalizar el encuentro no se pudieron escuchar los típicos abucheos de la afición hacía el equipo, claro, porque los americanistas hicieron más presencia y aplaudieron a su equipo, que, cabe recalcar, ganó justamente.

¿Cómo que ahí no acaban las burlas? No, el final del encuentro solo dio comienzo a más burlas, desde un chiflido, hasta “mentadas de madre”, o las más graves, golpes entre las porras del Puebla y del América, algo que, tiene que controlarse de una o de otra manera.

¿Y qué tal los que caminábamos por los alrededores del Estadio? Esos a los que nos tocaban el claxon los seguidores del América demostrando su superioridad en la cancha y en la tribuna, y no, no podemos decir nada, no, tampoco se puede argumentar, porque el equipo no dio argumentos, ah, y menos podemos responder porque incitaríamos a la violencia.

Así comenzó esta semana, con una derrota de la amada ‘Franja’ –que no se ve para cuándo levante- y serán las mismas burlas que tendremos que soportar una semana, al menos por el momento hasta que llegue la hora de visitar al Pachuca, habrá quienes “se bajarán del barco” y estaremos los otros que seguiremos diciendo: “Soy Poblano” con un poco de vergüenza, pero con amor a los colores.